"Condenamos decididamente esta campaña de intimidación por parte de las autoridades y les llamamos a poner fin a cualquier acto de acoso contra los periodistas y los representantes de los medios", cita el comunicado a los secretarios generales de la FIP y la FEP, Anthony Bellanger y Ricardo Gutierrez.
"En la lista de Larisa Sargan figuran dos llamados traidores: Mirislaca Gongadze y Serguiéi Tomílenko, que es jefe de la Unión Nacional de los Periodistas de Ucrania, afiliada con la FIP y la FEB", dice el comunicado.
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Añade que anteriormente, a mitad de mayo, la primera vicepresidente del Parlamento ucraniano, Irina Gueráshenko, acusó a la Unión Nacional de los Periodistas de Ucrania de cooperar con los "propagandistas" rusos.
"En los días posteriores Tomílenko recibió amenazas en internet, que, en particular, contenían llamamientos a los servicios especiales de Ucrania a arrestarle", denunciaron las dos Federaciones.
El 29 de mayo, primero los medios ucranianos y luego el Gobierno de ese país afirmaron que Bábchenko, periodista ruso crítico con el Kremlin, había sido asesinado en la puerta de su vivienda por un sicario.
"No es un país seguro para periodistas": corresponsal español deportado de Ucrania comparte su experiencia https://t.co/u81KuVwhLD
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 2 сентября 2017 г.
Sin embargo, el 30 de mayo el periodista compareció en la rueda de prensa del jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), Vasili Gritsak, que anunció que contaba con datos sobre un supuesto plan para asesinar a Bábchenko y reveló que las noticias sobre su muerte fueron parte de una operación especial para prevenir el presunto ataque.
El primer ministro ucraniano, Vladímir Groisman, también acusó a Rusia de estar implicada en el "homicidio" del periodista.
Moscú aplaudió la noticia de que que Bábchenko está vivo, pero tachó de "provocación antirrusa" la historia que inventó Kiev con fines propagandísticos.