Los científicos chinos están desarrollando su próxima generación de armas atómicas, realizando un promedio de cinco pruebas al mes que simulan explosiones nucleares, indica un documento de la Academia China de Ingeniería Física, citado por South China Morning Post. Esto es más que el número de pruebas simuladas por EEUU, que en promedio las realiza menos de una vez al mes.
Solo entre septiembre de 2014 y diciembre de 2017, el gigante asiático llevó a cabo alrededor de 200 experimentos. En comparación, EEUU realizó solo 50 pruebas similares entre 2012 y 2017, o alrededor de 10 por año, según el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore.
Las mayores potencias nucleares realizan este tipo de experimentos porque los ensayos reales han quedado prohibidos desde que la ONU aprobara el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares en 1996. Las pruebas actuales se realizan principalmente con ayuda de complejos cañones de gas. Estos simulan la física extrema de una explosión nuclear: sus enormes temperaturas, presión y onda expansiva.
Los principales laboratorios nucleares chinos se encuentran en las profundidades de las montañas de Mianyang, al noroeste de la provincia de Sichuán, donde los lugareños escuchan fuertes explosiones de esas pruebas más de una vez a la semana.
Sin embargo, el medio advierte de que el abrumador incremento de este tipo de ensayos no significa que los chinos hayan superado a otras naciones en el ámbito tecnológico nuclear. La cantidad de ensayos reales el gigante asiático aún queda muy por detrás. Desde los bombardeos de 1945, EEUU ha realizado más de 1.000 explosiones atómicas. China se incorporó a la carrera nuclear en 1964 y logró llevar a cabo solo 45 detonaciones.
Experto: Las capacidades nucleares de China se acercan al nivel de las de Rusia y EEUU
No obstante, la nueva generación de armas nucleares supone nuevos retos. Ya no se trata de crear ojivas superpotentes, capaces de borrar de la faz de la Tierra a ciudades o países enteros. Hoy día las grandes potencias se centran en la creación de armas tácticas, de menor dimensión pero con la potencia de destrucción suficientes para destruir objetivos locales y en ese propósito China podría haber adelantado a los otros dos eternos contrincantes, estima el vicepresidente del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, James Lewis.
La nueva generación de armas nucleares tácticas de China está diseñada para su uso en batallas de corto alcance, por ejemplo, para la eliminación de grupos de portaviones. Pekín está envuelto en una serie de disputas territoriales en áreas como el mar del Sur de China y el Himalaya. Tampoco ha renunciado nunca al uso de la fuerza para retomar el control sobre Taiwán, recuerda el medio.