Leonkov relató en un comentario exclusivo a Sputnik cómo el país eslavo pasó de ser una potencia europea a una de las economías más débiles del continente.
"Si recordamos las posibilidades que tenía, podríamos compararla en su economía y la cantidad de empresas con un país como Francia. En aquel entonces Kiev era capaz de competir fácilmente con París", declaró el especialista.
En 1989 Ucrania contaba con 52 millones de habitantes y era comparable con Francia en territorio y población.
Asimismo, Ucrania superaba a Francia en la producción de carbón (12 veces, 130 millones de toneladas, el primer lugar en Europa), acero (3 veces, 56 millones de toneladas, el primer lugar en Europa), mineral de hierro (13 veces), tractores (6 veces, 106.000 unidades), etcétera.
En comparación, Ucrania produjo en 2017 34 toneladas de carbón y 21 millones de toneladas de acero.
"En contraste, Francia viene siendo un país potente, mientras que Ucrania redujo su poderío hasta unos índices que son casi nulos, tanto en la industria como en diferentes campos de la economía en general", expuso Leonkov.
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Todas las empresas ucranianas, incluidas las de alta tecnología, van a correr una suerte aciaga, apuntó el analista. Tarde o temprano todas acabarán cerradas, vaticinó.
"Se puede enumerar una gran cantidad de empresas que ya dejaron de existir y otras que están al borde de la quiebra. La única señal de su vida fueron sus lazos con Rusia. Entre 2013 y 2014 empezaron a cortarlos y ahora ya casi no quedan", explicó el analista.
Sin la cooperación con Rusia, dichas empresas pueden tratar de encontrar una manera de sobrevivir, pero la competencia en el mercado de los bienes que fabrican es bastante dura. Además, nadie espera ya los productos de Ucrania, enfatizó.
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"Por ahora parece que las compañías de alta tecnología de Ucrania están condenadas a un futuro muy sombrío. Lamentablemente, así son las tendencias que existen en ese país. Todo indica a que es muy probable que todas estas empresas dejen de existir a medio plazo", subrayó.
El precio del giro hacia la UE
"Durante la existencia del bloque socialista, cada uno de los países integrantes disponía de su propia industria especializada. Algunos de ellos tuvieron la suerte de preservarla después de la disolución de la URSS, mientras que hubo quienes lo perdieron todo", recordó el analista.
El entrevistado citó el ejemplo de la compañía automovilística checa Skoda, que logró sobrevivir. No obstante, fue adquirida por el consorcio alemán Volkswagen. Hoy Skoda es una de las marcas de la gama económica de esta empresa germana, profundizó.
Lo mismo pasó con los países del Báltico, que en la época soviética solían producir sus propios trenes, automóviles y equipos electrónicos. Hoy forman parte de la Unión Europea y se especializan en el sector de servicios, añadió.
El entrevistado aseveró que varios países de Europa del Este se encuentran actualmente "bajo administración externa". Leonkov se mostró seguro de que lo mismo pasará con Ucrania en el futuro próximo.
"Nadie necesita un país fuerte y económicamente desarrollado a su lado", aseguró el analista.