El proceso natural ya provocó una situación de emergencia y causó daños considerables a la población local, destruyendo decenas de edificios.
La lava de Kilauea alcanzó la planta geotérmica de Puna Venture que suministra una cuarta parte de energía a la Isla Grande de Hawái, según informa Reuters.
Hace tres semanas que los empleados de la central desactivaron los pozos de la instalación para reducir los riesgos que pueden surgir si la planta se inunda por magma.
Últimamente en el volcán se produjeron entre 250 y 270 sismos. El día 26 las explosiones llevaron a que se formaran columnas de ceniza de hasta 4.500 metros de altura. Según los pronósticos, durante los próximos días el viento debe trasladar la ceniza y el humo volcánico hacia las áreas más pobladas de la isla.