Se trata del exoesqueleto ONYX, diseñado para aliviar la carga sobre las piernas de los militares, explica el portal Breaking Defense.
Mientras el proyecto se ve menos sofisticado que algunos de los planes de exoesqueletos pesados en existencia, ya incorpora motores y se puede considerar un exoesqueleto robotizado de pleno derecho.
El medio hace un repaso de la historia del proyecto de Lockheed Martin, recordando el exoesqueleto HULC, mucho más complicado, pero últimamente menos cómodo, así como la iteración 'analógica' —es decir, sin motores activos— el exoesqueleto industrial Fortis.
El ONYX, en esencia, es la evolución del Fortis con la adición de los motores que activamente aumentan la fuerza cada vez que se mueve la rodilla.
Por lo menos, esta es la teoría. El exoesqueleto empezará las pruebas en diciembre y será sometido a tres ciclos de ensayos intensos. Luego, los datos acumulados serán usados para rediseñar el aparato.
La segunda versión deberá pasar las pruebas de nuevo antes del fin de 2020, y si todo va bien, será parte de los equipos en servicio de la infantería estadounidense.
Iniciativas parecidas rusas: Defensa de Rusia desvela sus planes para el traje de combate Rátnik-3'