Entre los años 2013 y 2016 los expertos del Centro de Planetas Menores de Cambridge descubrieron 17.030 asteroides potencialmente peligrosos.
Sin embargo, los investigadores acaban de comunicar a New Scientist que alrededor de 900 de los asteroides habían desaparecido de sus radares. Es decir, algunos de ellos podrían chocar contra la Tierra sin que los astrónomos lo predijeran de antemano.
Los expertos del Centro de Planetas Menores tratan de determinar la razón de la pérdida de rocas espaciales. Sugieren que dichos cuerpos podrían moverse demasiado lentamente, de tal manera que los aparatos dejaran de monitorear las orbitas.
En este contexto, los científicos advierten sobre la necesidad de mejorar la tecnología, ya que los asteroides que se encuentran fuera de la vista son potencialmente peligrosos. No obstante, los expertos subrayan que los asteroides de más de un kilómetro de tamaño, de todas maneras, se encuentran bajo control.
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