"Desde el domingo estamos trabajando en este tema para dar tranquilidad no sólo al brasileño, que no quiere ver paralizado el abastecimiento (…) estoy solicitando una especie de tregua para que en dos o tres días podamos encontrar una solución satisfactoria para los camioneros y para el pueblo brasileño", dijo Temer en declaraciones a la prensa recogidas por el diario local O Globo.
Los transportistas protestan contra el aumento de los precios del combustible, especialmente el diésel, y piden que el Gobierno establezca subsidios o elimine tributos para compensar las fuertes subidas de las últimas semanas.
Por el momento, el Gobierno y el Congreso Nacional acordaron eliminar uno de los impuestos que pesan sobre el diésel, el Cide (Contribución de Intervención en el Dominio Económico).
Sin embargo, la Federación Nacional de Comercio de Combustibles y de Lubrificantes (que representa a más de 40.000 gasolineras) avisó este mismo miércoles que la medida es insuficiente para reducir los precios de los derivados del petróleo.
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Los efectos ya se están dejando notar: la empresa estatal Correios (principal responsable de la mensajería en Brasil) avisó que las entregas sufrirán retrasos y en varias ciudades empiezan a faltar alimentos, especialmente frutas y verduras.
Además, la agencia estatal Infraero (que administra buena parte de los aeropuertos del país) informó que en cinco de ellos hay combustible disponible para abastecer aeronaves tan solo para este miércoles.
Los aeropuertos de Congonhas en São Paulo (sureste), Palmas (estado de Tocantins, noreste), Recife (Pernambuco, noreste), Maceió (Alagoas, noreste) y Aracaju (Sergipe, noreste), están al límite.
La Agencia Nacional de Aviación Civil recomendó a los pasajeros con vuelos en los próximos días que consulten previamente a las empresas aéreas, puesto que podría haber cancelaciones.