"En realidad, Bolivia debe ahora menos que hace una década y pico, si consideramos el índice más aceptado en la comunidad internacional, el de la relación de la deuda con el Producto Interno Bruto (PIB)", dijo el analista a esta agencia.
La diputada derechista Jimena Costa denunció hace una semana que la deuda externa pública boliviana superaba los 11.500 millones de dólares y representaba casi la mitad del PIB, lo que consideró como un indicador de alto riesgo.
En respuesta, el viceministro de Presupuesto, Jaime Durán, descalificó las cifras de la diputada y aseguró que a fines de 2017 la deuda llegaba a 9.248 millones de dólares, representando 24,9% de un PIB nominal que ascendía entonces a 37.816 millones de dólares.
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El especialista se expresó en línea con las cifras oficiales.
"En realidad, la afirmación de la diputada no parece tener sustento; ella no ha mostrado las fuentes de sus datos y podemos afirmar que está equivocada", dijo Quinteros.
Endeudamiento manejable
En este marco, Quinteros destacó que el endeudamiento externo público ubicado oficialmente en el 24,9% del PIB a diciembre pasado, "es absolutamente manejable y controlable según las recomendaciones de la banca multilateral".
Más aún, aseguró, "la deuda externa boliviana tendría que duplicarse, y el PIB mantenerse invariable, para caer en una situación de alto riesgo".
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El PIB de Bolivia ha crecido a un promedio de 4% en la última década y el Gobierno proyecta llegar a 4,7% en 2018.
Quinteros recordó que en 2005, el año anterior a la llegada de Morales al poder, la deuda externa pública de Bolivia llegaba a 4.947 millones de dólares, representando entonces 52% del PIB, un índice ubicado ya en el umbral de riesgo de inestabilidad.
El actual endeudamiento público, del cual por lo menos la cuarta parte corresponde a créditos de China, ha sido destinado a infraestructura, educación y salud, principalmente, según el Gobierno, que es el principal inversionista de la economía local.
El endeudamiento privado externo, en cambio, es casi insignificante.