Los astrónomos acaban de estudiar un objeto rocoso cuya trayectoria parece estar determinada por la gravedad del supuesto noveno planeta.
Aunque hasta el momento el supuesto planeta jamás se ha observado, numerosos científicos, incluidos los investigadores de la NASA, presentan pruebas de que el planeta existe.
Un estudio recién publicado está dedicado a un objeto bastante grande como para considerarse un planeta enano, registrado en el año 2014. La órbita del cuerpo celeste, llamado 2015 BP519, llamó la atención de los astrónomos por diferir de las de la mayoría de los objetos que giran alrededor del sol.
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Los investigadores calcularon también cómo sería la trayectoria del cuerpo si girara alrededor del supuesto Planeta Nueve, y la órbita resultó ser parecida a la de 2015 BP519.
"Esto no es una prueba de que el Planeta Nueve existe (…) Pero diría que la presencia de tal objeto en el sistema solar refuerza la hipótesis sobre su existencia", indicó a Quanta uno de los autores del estudio, David Gerdes.
Esta no es la primera investigación dedicada al tema. Así, en 2016 el astrofísico del Instituto de Tecnología de California Konstantín Batiguin publicó un estudio que trataba de seis objetos del cinturón de Kuiper —la región más alejada del sistema solar—. Todos los objetos investigados tenían órbitas elípticas parecidas y diferentes a las de los ocho planetas del Sistema Solar.
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Más tarde el equipo de Batiguin publicó otro estudio afirmando que la actividad del Planeta Nueve es la explicación más probable de la peculiar orientación de las órbitas.