"El Gobierno escuchó las preocupaciones de los familiares y reiteró la disposición de seguir apoyándolos en este difícil momento", informó de modo escueto la Presidencia de Colombia a través de una comunicación vía Whatsapp.
"Hace 50 días nos aseguraron que Javier, Paúl y Efraín volverían con vida, hace 31 días nos aseguraron que nos devolverían sus cuerpos, ninguna de las dos "altas prioridades" se ha cumplido", señalaron en el comunicado.
Asimismo, indicaron que desconocen qué hace el Gobierno colombiano para recuperar los cuerpos y cuestionaron que no haya dado aún autorización a una comisión humanitaria para que avance en esa materia.
En el documento que dieron a conocer señalaron que llevarán a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIHD) la información de carácter "clasificada", que les entregó el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, en la noche del lunes.
Dicha información indica la forma como fue manejada la negociación entre los secuestradores y el Gobierno ecuatoriano para lograr la liberación de los tres empleados de El Comercio, igual que los detalles de las operaciones lideradas por el Ejército para el rescate fallido que habría derivado en su asesinato.
El periodista Javier Ortega (32 años), el fotógrafo Paúl Rivas (45) y el conductor Efraín Segarra (60) fueron secuestrados el pasado 26 de marzo en la región de Mataje, en la provincia de Esmeraldas (Ecuador) por miembros del frente 'Oliver Sinisterra', que opera en la región de frontera bajo la dirección de Walter Patricio Arizala, alias de 'Guacho'.
El pasado 3 de abril, a través de un video, los secuestrados pidieron al presidente de Ecuador, Lenin Moreno, que intercediera por ellos y que los canjeara por tres integrantes del grupo armado que permanecen detenidos en Ecuador, así como que ese país anule el convenio que tiene con Colombia para combatir el terrorismo.
Sin embargo, el jueves 12 de abril se conocieron fotografías de los tres hombres asesinados, así como un comunicado del frente 'Oliver Sinisterra' mediante el cual esa agrupación pidió la mediación de organismos internacionales para poder entregar los cadáveres.
A raíz de ese hecho Colombia y Ecuador reforzaron la presencia militar en la frontera.