El columnista de The National Interest Eugene K. Chow calificó este novedoso vehículo ruso como "revolucionario" y recordó que "Rusia ha estado a la vanguardia en la construcción de vehículos terrestres no tripulados".
El Uran-9, una unidad multifuncional de reconocimiento y apoyo al fuego en el campo de batalla, está armado con misiles antitanque, un cañón automático y una ametralladora. También puede someterse a una reconfiguración para portar diferentes armas como misiles tierra-aire. Además, este vehículo no tripulado está equipado con sistemas ópticos y de orientación avanzados, que incluyen un sistema de advertencia láser e imágenes térmicas, recuerda Chow.
Mientras los vehículos aéreos no tripulados se han usado ampliamente en conflictos de todo el mundo, los vehículos terrestres no tripulados siguen siendo una novedad y el empleo del Uran-9 supone un paso importante en esta dirección, destaca The National Interest. Por ejemplo, Estados Unidos, China y varias otras naciones sí que disponen de tanques no tripulados, pero todavía están evaluando sus posibles usos y las deficiencias que presentan.
En el caso del Uran-9, es controlado de forma remota por un individuo desde un vehículo que debe permanecer a una distancia de como máximo tres kilómetros. La torreta automática es capaz de detectar objetivos, pero la decisión final de disparar recae en el operador.
El Uran-9 fue diseñado por la empresa rusa 766 UPKT, 'madre' del 'zapador robótico' Uran-6 y el 'bombero robótico' Uran-14.
Con un peso de 12 toneladas, es capaz de destruir tanques y helicópteros enemigos y puede alcanzar una velocidad máxima de 35 km/h y recorrer 200 kilómetros o funcionar ininterrumpidamente durante seis horas con una sola carga de combustible.