Aunque EEUU todavía no ha impuesto sanciones, los negocios europeos ya se han visto afectados por los anuncios de Washington. Así, las cotizaciones de las empresas europeas como Airbus, Total y Peugeot-Citroën bajaron entre el 0,6% y el 1,5% en las bolsas el 9 de mayo, tras conocerse la noticia sobre Irán.
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Las compañías que operan en la esfera aeronáutica no son las únicas que pueden tener pérdidas tras la posible imposición de sanciones a Irán. Los acuerdos concluidos por las empresas energéticas también están en peligro. El año pasado, la compañía francesa Total firmó un contrato por un valor de 2.000 millones de dólares para desarrollar el yacimiento de gas iraní South Pars.
Cuando las autoridades estadounidenses anunciaron sus planes de reconsiderar el acuerdo nuclear con Irán en marzo, la empresa gala comunicó que esperaba conservar el contrato firmado.
Aparte de las empresas petroleras y las aeronáuticas, los grandes productores de automóviles también pueden verse afectados por la posible imposición de sanciones a Irán. En 2016, la empresa alemana Siemens comunicó que estaba preparada para participar en los proyectos de infraestructura desarrollados en Irán y estimados en 3.000 millones de euros.
Según los datos de la Unión del Comercio al por Mayor y Exterior de Alemania, en 2017 el volumen de comercio entre Alemania e Irán alcanzó los 3.400 millones de dólares. De esta manera, el país teutón se convirtió en uno de los socios comerciales de Irán más grandes en Europa.
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El presidente de la Asociación de las Cámaras de Comercio e Industria, Eric Schweitzer, declaró que estaba preocupado ya que la decisión de las autoridades estadounidenses de reimponer sanciones a Irán afectaría severamente la economía de Alemania.
Según Schweitzer, las acciones unilaterales del Gobierno de EEUU ponen condiciones para el desarrollo de la cooperación con Irán. Esta es la razón por la que las autoridades de Alemania y las de la UE tienen que garantizar la seguridad de los negocios alemanes en este país.
A su vez, el ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, tiene un punto de vista pesimista respecto a la defensa de las empresas alemanes en Irán.
"No veo una simple decisión con la que se pueda defender a las empresas de todos los riesgos vinculados con la reimposición de sanciones estadounidenses", recalcó Maas a la vez que agregó que continuar en Irán será difícil en un futuro, a pesar de que Alemania esté llevando a cabo consultas con otros firmantes del acuerdo nuclear.