En 1968 el mundo respiró un clima de cambio. En distintos países se produjo un ciclo de movilizaciones sociales con diferentes demandas.
En América Latina, una de las más simbólicas fue la de México, donde las manifestaciones tuvieron como centro a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la cual los estudiantes mantuvieron 146 días de protestas.
Fueron jornadas de extrema tensión entre el Gobierno y los manifestantes, que terminó de la peor manera, con la matanza de Tlatelolco, el 2 de octubre de ese año, cuando el ejército reprimió a miles de personas en la Plaza de la Tres Culturas provocando una masacre.
"Empieza un ciclo de movilizaciones sociales que todavía está vivo, en el que se ha ido buscando el reconocimiento de distintos derechos", señaló a Sputnik Ander Azpiri, subdirector del Centro Cultural Universitario Tlatelolco de la UNAM.
Este centro, que se denomina Tlatelolco en recuerdo de este episodio, viene realizando distintas actividades desde fines de 2017 en conmemoración del movimiento estudiantil.
Para los integrantes del Centro es importante apelar a la memoria de la ciudadanía, en un contexto de represión que continúa. La desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa es solo una muestra que la dinámica de impunidad sigue vigente en el país.
"Hacemos memoria para que la memoria interpele al presente. En México muchas cosas han cambiado, pero entendemos que seguimos en un proceso de exigencias de derechos que tiene que continuar. Y entendemos que la memoria nos da herramientas para lidiar con nuestro presente", reflexionó Azpiri.