"De manera preventiva, he decidido iniciar conversaciones con el FMI para que nos otorgue línea de apoyo financiera", señaló Macri en un mensaje grabado y difundido en todos los medios.
Tras conversar con la directora del organismo multilateral, Christine Lagarde, el mandatario aseguró que "hoy mismo vamos a arrancar a trabajar en un acuerdo".
"Esto nos dará un mayor respaldo para evitar crisis como la que hemos tenido en nuestra historia", indicó.
Por su parte, el ministro de Hacienda de Argentina, Nicolás Dujovne, admitió que el Gobierno todavía no ha sido informado de los requisitos que planteará el FMI para conceder créditos a este país sudamericano.
"En este punto de las conversaciones no hemos hablado de detalles", señaló el funcionario en una rueda de prensa.
Minutos después de que el presidente Mauricio Macri anunció que su Gobierno aceptará un préstamo del organismo multilateral, el titular de Hacienda admitió que "los detalles de fondo hoy no los podemos dar a conocer porque simplemente estamos conversando", pero confirmó que "hemos acordado que [el FMI] dará apoyo crediticio a Argentina".
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El funcionario aseguró que el auxilio financiero del FMI es el financiamiento disponible "más barato" al que puede acceder Argentina, y aseguró que es la mejor manera de proteger el crédito del sector privado y a la sociedad.
El ministro se limitó a confirmar que el Gobierno decidió recurrir al FMI a fin de "buscar financiamiento preventivo para dotar de estabilidad al mercado" ante el apoyo del organismo a la política económica actual.
La administración de Macri necesita este apoyo dado el "programa gradual" que implementó para corregir el desequilibrio económico que heredó del anterior Gobierno, "al dejar un alto déficit fiscal, alta carga impositiva y un gasto público récord", defendió el ministro.
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Dujovne añadió que el FMI actual "es muy distinto al que conocimos hace 20 años".
El anuncio de Macri se produce mientras la depreciación del peso en el país ha vuelto a alcanzar un nuevo máximo histórico pese a las medidas adoptadas por el Ejecutivo la semana pasada para contener el alza del dólar.
Después de diez años de ausencia, una misión del FMI visitó Buenos Aires en 2016 para auditar las cuentas públicas del país y las proyecciones del Producto Interno Bruto (PIB).
The Wall Street Journal: "A Macri se le acaba el tiempo" https://t.co/nZxzKeqGhH
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 13 февраля 2018 г.
Esta misión del FMI fue la primera que se implantó en la nación sudamericana desde el 2006, cuando el Gobierno del entonces presidente Néstor Kirchner (2003-2007) suspendió las auditorías del organismo después de cancelar de una vez toda la deuda que el país mantenía con la entidad, 9.810 millones de dólares.
Mientras tanto, la deuda externa argentina pasó de unos 70.000 millones de dólares a finales de 1990 a más de 140.000 millones de dólares en 2001.
A finales de ese año estalló un descalabro económico y un colapso institucional y social que dejaron a la nación en suspensión de pagos y con la mitad de la población sumida en la pobreza.
