Este método ayudará a detectar de manera más fácil y barata varios defectos en estructuras fabricadas con materiales compuestos, por ejemplo, los componentes de aviones o cascos de buques. Los resultados de la investigación se publicaron en la revista Journal of Alloys and Compounds.
Los polímeros reforzados con fibra de carbono o de vidrio y los materiales compuestos híbridos no tienen un nivel tan alto de tensión interna, pero la tensión suele aumentar debido a las cargas en el proceso de explotación bajo la influencia de factores ambientales y atmosféricos. Esto produce daños en el material y reduce su capacidad de resistencia.
La idea de los investigadores de la NUST MISIS consiste en que es posible medir el nivel de tensión con el uso de microhilos amorfos con suaves propiedades magnéticas, que en la etapa de fabricación se ponen entre las capas de polímeros reforzados con fibra de carbono formando una red sensible a las tensiones.
La tensión del material alrededor del microhilo influye en la reacción de su material ante el campo magnético externo. Así, es posible realizar las mediciones sin conectar un sensor y este no debe pegarse porque se instala durante la fabricación dentro del material a una profundidad adecuada.
Hasta el momento los investigadores ensayaron varios tipos de medición y métodos de instalación de los hilos en el material compuesto dado que este procedimiento no empeoraría las propiedades del material.
"Hemos hecho el primer paso, pero ya vemos una aplicación concreta de nuestra invención", destacó el científico. "Este método tiene aplicaciones diversas: la red de microhilos que se instala puede eliminar la electricidad estática en las estructuras de polímeros reforzados con fibra de vidrio. Es decir, nuestros hilos bien pueden sustituir las redes metálicas que se insertan en estos materiales actualmente", agregó.