"Es prematuro hablar sobre la reducción de esta amenaza global a la paz mundial a pesar de las pérdidas sustanciales del terrorismo internacional en Siria e Irak", dijo Siromólotov.
"Los terroristas dispersan sus unidades de combate por numerosas regiones y conceden la máxima autonomía a la actividad" de sus partidarios, explicó.
Según el vicecanciller, la tendencia más peligrosa de los últimos tiempos es la creación de unas "células terroristas durmientes" que se activan a distancia y son sumamente difíciles de localizar y aniquilar.
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Otra tendencia que genera preocupaciones, indicó, son los desplazamientos transfronterizos de los terroristas extranjeros, su regreso a los países de su origen o la huida a terceros países bajo pretexto de buscar refugio.
"Solo este modo de actuar garantizará un resultado, un ejemplo de ello son las operaciones conjuntas que celebraron con éxito Rusia y los organismos de seguridad de Asia Central", comentó.
El vicecanciller remarcó que por ahora la lucha contra el terrorismo sigue siendo politizada y lamentó que "la perspectiva de crear un frente antiterrorista global continúe sacrificándose a los intereses políticos y geopolíticos y a la lógica del pensamiento de bloques".