El dirigente nacionalista difiere así de los protagonistas del encuentro que han definido la jornada como "un día para celebrar" en las conclusiones incluidas en la Declaración de Arnaga, nombre de la villa palaciega donde se ha enterrado a la organización vasca.
"No es un día para celebrar porque sería injusto con 60 años de dolor entre las víctimas, con tanto desgarro, tanta degradación moral y ética en nuestra sociedad", resalta el presidente del EBB.
"Nos hemos quitado esa mochila y ahora vamos a caminar como sociedad mucho más ligeros", señala.
El Gobierno vasco se ha ausentado del acto de Kanbo que, según el líder nacionalista, ha sido un "encuentro lógico" en que el "paraguas internacional" que cubre el proceso de paz desde 2011 "se ha mantenido abierto para dar cobertura a la decisión que ayer comunicó ETA y para plantear de alguna manera el futuro".
"Nosotros asumimos el acto de hoy [el 4 de mayo] con absoluta normalidad, no lo consideramos un teatro ni tampoco creemos que va a tener máxima trascendencia; es un paso más, un hito, en el camino que había que dar", declaró Ortuzar a esta agencia.
"El Gobierno español es preso de sus propias estratégicas… se han maniatado, se han quedado sin margen de maniobra porque se han opuesto siempre a cosas que van a tener que terminar aceptando", dijo.
Por lo pronto, Ortuzar considera inevitable mover pieza respecto a los presos de la ya disuelta banda terrorista.
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Para el PNV y organizaciones vascas, el acercamiento de los reclusos a Euskadi y otras medidas legales pero actualmente bloqueadas son necesarias para "curar las heridas de este conflicto" de casi seis décadas de lucha armada y acciones terroristas.