"Desaparece ETA, pero sus crímenes se seguirán investigando, sus delitos se seguirán juzgando y las condenas se seguirán cumpliendo", dijo Rajoy en una declaración institucional televisada.
El mandatario español empezó su discurso recordando a "todos aquellos que fueron asesinados injustamente" y a "todas las personas que sufren para siempre las secuelas de esa crueldad".
En opinión de Rajoy, el anuncio de la disolución de ETA no es motivo de celebración ya que, sobre el alivio del fin de la violencia, debe prevalecer "el homenaje y el recuerdo a los que ya no están".
Por ello, llamó a no dejar que ETA o sus herederos "reescriban el relato" ya que "los protagonistas no pueden ser los asesinos sino las víctimas".
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En su discurso, Rajoy valoró la disolución de la organización terrorista como una muestra del “fracaso inapelable de su proyecto político", que consistía en "instaurar por la fuerza y el crimen algo que la sociedad rechazaba".
"Hoy ETA reconoció por fin que toda su historia ha sido un fracaso, no ha logrado ninguno de los objetivos políticos que se marcaron en su trayectoria criminal", afirmó.
Además, Rajoy opinó que ETA "tardó demasiado tiempo en reconocer su derrota" y lanzó un mensaje de reconocimiento a la "infatigable labor" de los cuerpos de seguridad del Estado en su lucha contra la organización terrorista.
"La democracia española venció a ETA, y esa victoria es patrimonio de todos", añadió.
Finalmente, Rajoy afirmó que los españoles deben mirarse a sí mismos con satisfacción porque forman parte de "una sociedad que sabe hacer frente a quienes de una u otra manera pretenden romper nuestra convivencia".