"Entre julio de 2017 y el 2 de mayo de 2018 Brasil registró 1.257 casos y 394 muertes por fiebre amarilla", indica el último boletín oficial.
Las regiones más afectadas son las del sureste del país, la zona más poblada, y donde hasta hace relativamente poco no había recomendación de vacunarse, puesto que la enfermedad se limitaba a la región amazónica (norte).
Los estados de Sao Paulo y Minas Gerais (sureste) concentran el 82% de las muertes, según datos del ministerio.
Entre enero y abril de este año el Gobierno distribuyó 25,1 millones de dosis de la vacuna a los estados, con el objetivo de vacunar al 95% de la población.
Sin embargo, muchos brasileños no están respondiendo al llamamiento de las autoridades sanitarias: en los estado de Río de Janeiro (sureste) y Bahía (noreste) tan solo se ha vacunado el 55% de la población de riesgo.