"El 4 de mayo serán dos meses desde el envenenamiento de Serguéi y Yulia Skripal; Rusia sigue sin acceso a sus ciudadanos o no sabe nada de ellos, lo que representa una violación grave del derecho internacional", dice el comunicado de la embajada a disposición de Sputnik.
Serguéi Skripal, exoficial de la inteligencia militar rusa reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia, fueron hallados a principios de marzo pasado inconscientes cerca de un centro comercial en la ciudad británica de Salisbury.
Londres se niega a cooperar con Moscú para investigar el caso y tampoco permite acceder a las víctimas.
La OPAQ confirmó las conclusiones del Reino Unido en relación con la identidad de la sustancia química usada en Salisbury, pero, al igual que el laboratorio británico de Ciencia y Tecnología de Defensa de Porton Down, no estableció su procedencia.
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Moscú rechaza las acusaciones de Londres, que considera infundadas, y sigue reclamando acceso a las pruebas para poder colaborar con la investigación.