El desarrollo del Altay, desde el inicio de las obras en 2010, tuvo como objetivo impulsar la industria militar turca. En el proyecto participan múltiples empresas de defensa del país.
Entre el propio Otokar, BMC y la tercera empresa privada, FNSS, la oferta de BMC resultó la más atractiva para el estamento militar, cita el medio DefenseNews. El valor del contrato no ha sido revelado. Según las estimaciones del precio de Altay, un lote de 250 blindados podría ascender a entre 1.500 y 3.400 millones de dólares.
BMC está llevando a cabo el programa de creación de un motor turco para el tanque —los primeros lotes irán equipados con motores alemanes—, así que esto podría haber sido un factor a su favor.
El arma principal del nuevo tanque es un cañón de ánima lisa de calibre 120. Además, los ingenieros turcos están trabajando en la creación de su propio sistema de protección activa.
La plataforma tiene varias similitudes con el tanque surcoreano K2 Black Panther ('Pantera Negra') y la empresa surcoreana Hyundai Rotem participó en el diseño del blindado.
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No es el primer blindado moderno desarrollado por Turquía. En 2017, se reveló el proyecto del tanque medio Kaplan MT, desarrollado conjuntamente por la turca FNSS y la compañía indonesia PT Pindad.



