La condena por abuso sexual implica que los magistrados absuelven a los acusados del delito más grave que afrontaban, el de agresión sexual, penado con entre seis y doce años de prisión cuando "la agresión sexual consista en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal", como sucede en este caso.
La sentencia de La Manada nos duele en todo el mundo #YoTeCreo
— Economía Feminista (@EcoFeminita) 27 апреля 2018 г.
Ayer se conoció en España la sentencia por el crimen "La Manada". Un grupo de cinco hombres acorraló y violó a una mujer, y luego lo filmaron y difundieron. Sin embargo la justicia afirmó que no fue una violación. pic.twitter.com/Wa55xhaMyz
Según el Código Penal español, la diferencia entre delitos de abuso sexual y de agresión sexual —en los que se enmarcan los casos de violación— se encuentra en que en los primeros supuestamente no media intimidación y violencia, mientras que en los segundos sí.
"Las acusaciones no han probado el empleo de un medio físico para doblegar la voluntad de la denunciante", aprecia la sentencia, que subraya el hecho de que no hubo "golpes, empujones o desgarros" para "vencer la voluntad de la denunciante y obligarle a realizar actos de violencia sexual".
Pese a no calificar los hechos como violentos o intimidatorios, el fallo estima que los cinco agresores prepararon "una encerrona" a la víctima ya que entraron con ella en un portal "recóndito, angosto y estrecho".
Según el fallo, los "diversos actos de naturaleza sexual" que acontecieron en aquel portal se produjeron en un "contexto subjetivo y objetivo de superioridad configurado voluntariamente por los procesados" que prevaleció sobre "el ejercicio de la libre voluntad autodeterminada" de la víctima.
Uno de los tres magistrados encargados de elaborar la sentencia emitió un voto particular discrepante, en el que aboga por la absolución de los acusados al entender que los hechos no son constitutivos de delito porque la víctima no ofreció resistencia.
"No es abuso, es violación"
Pese a la sentencia condenatoria, el hecho de que la Audiencia descartarse calificar los hechos con los tipos penales más graves despertó la indignación de muchas personas, distintos grupos feministas y partidos políticos.
El caso captó una gran atención social desde su salida a la luz en 2016, aunque la dimensión mediática se magnificó después de que se conociera que los cinco acusados —que se hacían llamar "La Manada"— compartieron mensajes de WhatsApp donde se jactaban de los hechos, llegando incluso a debatir sobre la posibilidad de comenzar a usar sedantes y cuerdas para tener más control sobre futuras víctimas.
Además de las concentraciones de esta mañana frente al juzgado, diversos colectivos convocaron manifestaciones para mostrar su rechazo a la sentencia en prácticamente todo el territorio español durante la tarde de este 26 de abril.
Reacciones políticas
La sentencia contra "La Manada" también fue considerada insuficiente por diversas personalidades políticas, sobre todo desde partidos de la oposición y dirigentes autonómicos, mientras que desde el Gobierno de España evitaron valorar decisiones judiciales.
"Nosotros somos el Gobierno y tenemos que tener respeto a los jueces, máxime en un asunto en el que no somos parte", dijo en declaraciones a la prensa la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
Un tono más duro empleó el líder del primer partido de la oposición, el socialista Pedro Sánchez, que a través de un mensaje en Twitter mostró disconformidad con la sentencia.
"Ella dijo no. Te creímos y te seguimos creyendo. Si lo que hizo 'La Manada' no fue violencia en grupo contra una mujer indefensa, ¿qué entendemos entonces por violación?", se preguntó.
Por su parte, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, valoró el fallo de la Audiencia de Navarra como una "pésima noticia".
En cambio, desde el partido liberal Ciudadanos, tercera fuerza política a nivel nacional, evitaron criticar abiertamente la decisión de los jueves.
La líder de la formación en Madrid, Begoña Villacís, prefirió no emitir un juicio al respecto porque "las sentencias de los jueces no deben merecer nunca una opinión política", aunque sí añadió que "a veces las sentencias se quedan un poco cortas" y que quizás sea conveniente un cambio legislativo al respecto.
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"Cuando el machismo entra por la puerta de la justicia, el Estado de derecho salta por la ventana", añadió.
Más allá de la indignación política y social generada por la sentencia, aún queda por ver cuál será el desarrollo del caso, porque el fallo no es firme y puede ser recurrido ante instancias superiores.