"Es un asunto interno [de Armenia] y confiamos en que nuestros amigos armenios logren normalizar la situación y encontrar una solución de consenso en breve tiempo", dijo en una rueda de prensa.
Por su parte el Ministerio de Exteriores de Rusia afirmó que Moscú espera que la situación de Armenia se negocie en el campo constitucional y todas las fuerzas políticas demuestren su disposición para dialogar.
"Tenemos la esperanza de que la situación se resuelva exclusivamente en el marco legal, constitucional y todas las fuerzas políticas demuestren responsabilidad y disponibilidad para un diálogo constructivo", anotó la Cancillería.
El Ministerio también expresó su seguridad de que el pronto regreso a la vida normal y el restablecimiento del acuerdo nacional responden a los intereses de Armenia.
Este 25 de abril debían reunirse el primer ministro interino de Armenia, Karén Karapetián, y el líder opositor Nikol Pashinián, pero el encuentro quedó frustrado debido a las condiciones radicales planteadas por la oposición.
Además: La Unión Europea ayudará a fortalecer la democracia en Armenia
Pashinián declaró que la manifestación continuará "hoy y mañana" hasta que se cumplan las exigencias de la oposición.
Las protestas contra la elección del expresidente armenio Serzh Sargsián como nuevo primer ministro estallaron el 13 de abril.
La oposición acusa a Sargsián, que fue elegido presidente del país dos veces, en 2008 y 2013, de gestión ineficaz y del deterioro de la situación económica.
Más aquí: ¿Quo vadis, Armenia? El relevo en la jefatura del país podría ser una 'ventana' para Occidente
El 17 de abril, la oposición proclamó una "revolución de terciopelo" insistiendo en su carácter no violento.
Tras ser anunciada la renuncia de Sargsián, el hasta ahora primer vicepresidente del Gobierno, Karén Karapetián, asumió como primer ministro interino.
En virtud de las recientes enmiendas a la Constitución de Armenia, los más amplios poderes los tendrá el primer ministro.