El efecto Coolidge es un patrón de comportamiento, acuñado por el etólogo Frank A. Beach, que describe un fenómeno que se da entre los mamíferos por el cual, si los estímulos sexuales siempre son los mismos y se repiten en el tiempo, esto provoca un descenso del deseo. Por eso sexólogos recomiendan ser creativos y cambiar la monotonía de la pareja.
Incluso en algunos casos las personas que se divorcian luego de muchos años de relación deciden formar nuevos lazos amorosos optando por relaciones no monogámicas. Estos nuevos modelos cuestionan la fidelidad como parte de los acuerdos afectivos.
Sin embargo, para Sandra Guzmán, psicóloga colombiana, y magíster en psicología clínica y de la familia de la Universidad Santo Tomás, las personas no tienen en cuenta que este tipo de vínculos pueden tener efectos emocionales en la pareja.
"Estamos inmersos dentro de un sistema cultural en el cual la monogamia prevalece. Donde falsamente se cree que si tú y yo tenemos encuentros con otras personas eso le va a traer ritmo y novedad a la relación. Lo que pasa es que cuando eso se desencadena, lo primero que se afecta es la intimidad y la confianza de la pareja", explicó Guzmán.
Para Beatriz Goldberg, argentina, terapeuta de parejas, hoy la fidelidad no tiene el mismo valor, pero indirectamente algunas personas tienden a quererla. "Por ahí no la quieren pedir, o tienen miedo, porque las relaciones son menos estables".