"Vamos a recurrirlas y judicializarlas, hemos tramitado las alegaciones y, si las desestiman, vamos a agotar toda la vía jurídica", señala Néstor Prieto, uno de los estudiantes sancionados, según recoge el medio El Salto.
El acto de investidura del presidente de la Comisión Europea en la universidad tuvo lugar el 9 de noviembre de 2017 y "los cinco estudiantes estábamos acreditados para asistir al evento" y entramos "de forma pacífica con carteles contra los recortes", explica Prieto.
"No nos colamos, entramos de forma pacífica, pero, en un momento determinado, el servicio de seguridad se nos pegó, se pusieron muy nerviosos. Vinieron contra nosotros y salimos con los brazos en alto. A mí me inmovilizaron con una llave y a un compañero lo placaron. Los dos tenemos partes de lesiones, pero no tenemos por ahora intención de denunciar estas agresiones", señala Prieto, quien recuerda que ni siquiera les dio tiempo a realizar la protesta contra la investidura de Juncker.
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Tras esta situación, los estudiantes relatan que les llevaron a los baños, donde les retuvieron durante varias horas y les interrogaron.
"Nos cachearon e hicieron preguntas sobre nuestra vida personal. A mí, por ejemplo, que había estado el verano anterior en Atenas, me preguntaron por el tema de los refugiados. Nos preguntaron hasta a qué bares íbamos de fiesta", asegura el estudiante, que afirma que incluso les amenazaron con expulsarles de la universidad y les acusaron de vagos.
Esta multa se ampara en el artículo 36.1 de la Ley de Seguridad Ciudadana en vigor desde julio de 2015, conocida como Ley Mordaza precisamente por los límites para las protestas.