Raúl Modesto Castro Ruz nació un 3 de junio de 1931 y fue el menor de siete hermanos: Agustina, Enma, Fidel, Angelita, Ramón y Juanita, nacidos en la localidad de Birán de la provincia Holguín.
Así llegó a La Habana al Colegio de Belén donde había estado Fidel. Sin embargo, su rendimiento escolar fue deficiente y se vió obligado a culminar los estudios de grado en una escuela militar.
Para entonces, Raúl había regresado a Birán y ayudaba a su padre en los quehaceres de la finca pero Fidel convenció a sus padres para que Raúl volviera a la capital como estudiante de Administración Pública y asumió la responsabilidad de su hermano lejos de casa.
Fue así como el menor de los Castro se convirtió en un seguidor de Fidel, quien ya se destacaba como líder universitario. Pero a diferencia del hermano mayor, que ingresó al Partido Ortodoxo, Raúl se inclinó por los movimientos comunistas y comenzó a militar en la Juventud Socialista, del Partido Socialista Popular (PSP).
El 26 de julio de 1953 apoyó a su hermano en el Asalto a los Cuarteles Granma y Carlos Manuel de Céspedes en las ciudades de Bayamo y Santiago de Cuba. También cumplió prisión junto a Fidel tras el fracaso de la acción y recibió el indulto del entonces presidente Fulgencio Batista, y decidieron emprender viaje a México.
Tras el desembarco del 2 de diciembre de 1952, los 82 expedicionarios fueron sorprendidos por el Ejército en un lugar conocido como Alegría de Pío donde libraron un intenso combate que los dispersó. Raúl logró reencontrarse con su hermano 13 días después en Cinco Palmas donde fundaron el Ejército Rebelde.
A los 26 años el menor de los Castro ya era Comandante de guerrilleros y creó el "Segundo Frente Oriental Frank País" al mando de una columna que dirigió hasta el triunfo en 1959.
Con la Revolución, Raúl continuó su carrera militar al frente de la Jefatura de las fuerzas de Mar, Tierra y Aire de la República de Cuba mientras Fidel ocupada el cargo de primer ministro en el Gobierno provisional. En octubre de 1959 dicho Gobierno aprobó la creación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y designó a Raúl como ministro.
En octubre de 1965 al crearse el Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), Fidel leyó la carta de despedida de Ernesto Che Guevara. Raúl pasó a ser entonces la segunda figura de importancia y ocupó el cargo de segundo secretario del PCC, ratificado en los siguientes Congresos de la organización.
Pero no fue hasta febrero de 2006 que asumió de forma alternativa y provisional la presidencia del Consejo de Estado y de Ministros, a pedido de Fidel, mientras este se recuperaba de una intervención quirúrgica que lo llevó a renunciar en febrero de 2008. Días después el menor de los Castro lo sucedió.
La herencia de Fidel
Aunque Raúl no contaba con el carisma del líder histórico de la Revolución, el pueblo cubano aprobó una sucesión que estuvo preparada desde los primeros años del proceso revolucionario. El último de los Castro tenía una legitimidad histórica pero para el momento de la sustitución debía transformar el proceso que él mismo ayudó a crear.
La Isla requería una transformación económica que sacara de una vez a los cubanos de la decadencia del período especial, esos duros años noventa que siguieron a la desaparición de la Unión Soviética.
Durante el Gobierno provisional (2006-2008), Castro convocó a un debate masivo sobre los problemas de la Nación que derivó en en la recopilación de más de un millón de planteamientos de la ciudadanía. Estos sirvieron de base para la elaboración de los Lineamientos del Política Económica y Social presentados en 2011 el VI Congreso del PCC.
En 2008, cuando asumió la presidencia de los Consejos de Estados y de Ministros, Raúl expresó: "En diciembre hablé del exceso de prohibiciones y regulaciones, y en las próximas semanas comenzaremos a eliminar las más sencillas".
En aquel entonces los cubanos tenían limitaciones para obtener un pasaporte ordinario y viajar al extranjero.Tampoco era legal tener negocios particulares y el uso de internet estaba limitado a las instituciones estatales, entre otras.
Raúl prometió apertura y el pueblo cubano lo recibió con los brazos abiertos. Entre las primeras medidas aprobadas estuvo el libre acceso de los cubanos a los hoteles, la renta de automóviles y la compra venta de teléfonos celulares. También autorizó el pluriempleo y concedió a los agricultores tierras ociosas en usufructo.
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Castro flexibilizó el trabajo privado para restar al menos un millón de empleados a la nómina estatal. Hoy 580.000 cubanos, 12% de la fuerza laboral, se desempeñan por cuenta propia, aunque queda pendiente la legalización de pequeñas y medianas empresas privadas.
También en 2011 autorizó la compraventa de viviendas y tres años más tarde liberó el mercado automotor, aunque las agencias de venta estatales mantienen precios astronómicos inalcanzables para el cubano de a pie.
Aunque la reforma económica fue una premisa de su presidencia, las transformaciones más significativas llegaron con su segundo mandato, a partir del 24 de febrero de 2013 cuando la Asamblea Nacional lo reeligió como presidente de Cuba. Desde 2011 Castro había asumido la máxima dirección del país como primer secretario del PCC.
La reforma facilita las visitas y repatriación de quienes migraron. De enero de 2013 a diciembre de 2016, más de 670.000 cubanos hicieron más de un millón de viajes a otros países según informa Diario del Sur.
El 17 de diciembre de 2014, Raúl Castro anunció por televisión el restablecimiento de relaciones con Washington, mientras Barack Obama lo hacía a los estadounidenses y en marzo de 2016 recibió al primer presidente afrodescendiente de Estados Unidos en La Habana.
En este segundo mandato el Gobierno permitió el acceso a internet desde zonas wifi en plazas públicas y para este año la empresa estatal ETECSA aspira ofrecer el servicio 3G, así como ampliar la cobertura de internet en los hogares.
El gobierno de Raúl reformó una ley para dar más incentivos a los inversionistas e inauguró el megapuerto del Mariel (45 km al oeste de La Habana), una zona franca llamada a convertirse en el principal polo industrial de Cuba. Sin embargo, el bloqueo de Estados Unidos a la Isla y las restricciones del propio Gobierno cubano mantienen en pausa este potencial.
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Aunque los cambios del Gobierno de Raúl tuvieron un impacto evidente en la transformación de la sociedad, a pocas horas de su retirada deja la reforma económica a medio camino como un desafío para el nuevo jefe de Estado. Tal como anunció se retira de la presidencia de Cuba este 2018, aunque su dirección continúa desde el PCC.
