Los investigadores "parten de un gran conjunto de posibilidades y van afinando poco a poco (…) una de las líneas de investigación avanzó bastante; esa hipótesis más probable es la actuación de milicias en Río de Janeiro", dijo el funcionario en declaraciones a la radio CBN.
El ministro pidió paciencia y recordó que casos emblemáticos como el del albañil Amarildo de Souza (torturado y desaparecido por la policía de una favela de Río) y el de la magistrada Patrícia Accioli (asesinada cuando juzgaba a uniformados) tardaron tres meses y dos meses respectivamente en resolverse.
Por el momento, los familiares de Franco se reunirán este 16 de abril con el jefe de la Policía Civil de Río de Janeiro, Rivaldo Barbosa, para conocer de primera mano los últimos avances en las investigaciones.
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Existen varios grupos ilegales paramilitares, en buena parte formados por expolicías, que ejercen la extorsión y el chantaje en favelas y barrios de la periferia de Río a cambio de garantizar seguridad y mantener fuera a narcotraficantes.
Franco era concejala del Ayuntamiento de Río de Janeiro por el izquierdista Partido Socialismo y Libertad, y su trabajo era conocido por la defensa de los derechos de las mujeres, los negros, los jóvenes de favelas y periferias y el colectivo de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales (LGTB).
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Se destacó especialmente por denunciar abusos de la policía y ejecuciones extrajudiciales, especialmente en las favelas, y pocos días antes de su asesinato fue nombrada relatora de la comisión creada para evaluar el impacto de la intervención militar en el estado de Río de Janeiro.