El ministro ruso señaló que Moscú recibió "en condiciones de confidencialidad" los resultados de un análisis químico-radiológico de las muestras de la sustancia utilizada en el ataque a los Skripal, realizado en un centro la ciudad suiza de Spiez en el marco de la investigación de la OPAQ.
"Tras el análisis realizado, en las muestras fueron encontrados los restos de la sustancia tóxica BZ y sus precursores, que pertenecen a la segunda categoría de armas químicas según la Convención para la Prohibición de las Armas Químicas", citó Lavrov la conclusión que los expertos suizos enviaron a la OPAQ.
La sustancia BZ, continuó, es una arma química "de acción neuroparalizante" que afecta temporalmente a la persona: su efecto comienza entre 30 y 60 minutos después de su exposición y dura hasta cuatro días.
"La receta (de esta sustancia) la tenían a su disposición los Ejércitos de EEUU, el Reino Unido y otros países de la OTAN, mientras en la Unión Soviético y en Rusia el desarrollo y el almacenaje de sustancias químicas de este tipo no se realizaba", destacó.
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"Por supuesto, si la OPAQ desmiente que el laboratorio de Spiez participara (en su investigación), sería interesante escuchar estas explicaciones", ironizó.
Lavrov indicó que "tomando en consideración que los afectados, Yulia Skripal y el agente de la policía, ya recibieron el alta médica, y Serguéi Skripal, según nos comunica el Reino Unido sin permitirnos acceder ni a Yulia ni a Serguéi", es más probablemente que los tres son víctimas de exposición a la sustancia BZ, que alguna otra.
Skripal, un exoficial de la inteligencia militar rusa reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia, quien es nacional de Rusia, fueron hallados a principios de marzo pasado inconscientes cerca de un centro comercial en la ciudad británica de Salisbury.
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Nada más abierta la investigación, que según Scotland Yard se prolongará por varios meses, Londres responsabilizó a Moscú de estar detrás del supuesto intento de envenenamiento de los Skripal, alegando que la sustancia procede de Rusia.
Moscú rechaza las acusaciones de Londres, por considerarlas infundadas, y reclama acceso a las evidencias para poder colaborar con la investigación.
Según el informe de la OPAQ, los resultados de los análisis de las muestras ambientales y biomédicas que los expertos de la organización recogieron en el territorio británico "confirman las conclusiones del Reino Unido en relación con la identidad de la sustancia química usada en Salisbury".
Al mismo tiempo el documento no contiene información alguna sobre la procedencia de la sustancia.