Poco antes el ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, denunció que "las sesiones del Consejo de Seguridad de la ONU fracasaron muchas veces" debido al veto de Rusia, y llamó a presionar aún más a Moscú.
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Según Zajárova, si entonces Rusia no hubiera vetado en el Consejo de Seguridad de la ONU la resolución de ataque contra Irak, el Gobierno de Alemania hubiera tenido después que pedir perdón por haberse involucrado en esa campaña.
"Gracias al veto de Rusia, el mundo vio muchas veces como se aplazaba la masacre de turno en la región de Oriente Medio y de África del Norte, ya hemos sido testigos de variantes bélicas realizadas por coaliciones occidentales", aseguró la diplomática.
La portavoz precisó que en los tiempos de la guerra en Irak, Europa contaba con su propia voz, y "ahora le corresponde solo actuar en calidad de voces acompañantes".
La propuesta estadounidense fue vetada por Rusia, mientras que la rusa no alcanzó los votos necesarios para ser aprobada.
Antes de la votación, el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, declaró que el proyecto de la resolución de EEUU no tiene nada que ver con una investigación independiente del incidente químico en Siria, ya que Washington está tratando de reanimar el Mecanismo Conjunto de la ONU y la OPAQ, que ya "se cubrió de vergüenza", emitiendo un veredicto contra el Estado soberano de Siria sin presentar pruebas.
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Grupos de la oposición armada y ONG relacionadas con ellos acusan a las tropas gubernamentales sirias de haber arrojado el 7 de abril un barril con gas cloro sobre la ciudad siria de Duma, en Guta Oriental, hecho que Damasco niega rotundamente.
Rusia sostiene que el supuesto empleo de agentes tóxicos en Duma es "un montaje" e insiste en que expertos de la OPAQ lleven a cabo una investigación sobre el terreno.