"Queremos hablar directamente con los expertos británicos", dijo el diplomático en relación al grupo de expertos involucrados en los análisis de la sustancia que envenenó al ex doble agente Serguéi Skripal y su hija Yulia.
Londres tiene un plazo máximo de diez días para responder a la "solicitud de aclaración" remitida por Moscú, según el reglamento de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ).
El Ejecutivo de Theresa May también niega a Rusia detalles sobre el tratamiento clínico de los Skripal, la evolución de su recuperación o la ubicación actual de Yulia, de 33 años y residente en Moscú hasta el mes pasado.
"A las seis semanas del indidente y al mes de acusar a Rusia, el Gobierno británico sigue sin presentar pruebas que confirmen la versión oficial", denunció Yakovenko.
De acuerdo con el embajador, el Reino Unido está "violando continuamente sus obligaciones internacionales", rechaza colaborar con los autoridades rusas y sigue "ignorando nuestras legítimas inquietudes" sobre los Skripal.
Y añadió en actitud retadora: "esta historia no ha terminado, justo acaba de comenzar para nosotros, queremos participar en la investigación".
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La solicitud ante la OPAQ podría llevar a Londres a compartir con el Kremlin aspectos de la investigación sobre la sustancia empleada.
Cuestionado sobre si Rusia permitiría el acceso de inspectores independientes al complejo de Shijani, donde la Inteligencia británica alega que se experimentó con Novichov, el embajador recordó que Rusia dejó de producir armas químicas en 1992 y completó la destrucción de sus arsenales en septiembre de 2017 bajo la supervisión de la OPAQ.
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La Embajada de Londres ha publicado un documento, 'Salisbury: un caso clasificado', que detalla datos de la investigación sobre los Skripal, con declaraciones del Gobierno May, la posición de Moscú y todas las preguntas canalizadas por vía diplomática que siguen sin respuesta oficial de la administración conservadora británica.
El documento se actualizará digitalmente a medida que surjan nuevos datos, según adelantó el diplomático.
La creciente crisis en Siria es, según Yakovenko, una acumulación de "mentiras infundadas para desacreditar al Gobierno" del presidente Bashar Asad y "justificar el posible uso de la fuerza por parte de actores externos".
"Confío en que prevalezca el sentido común", reiteró en su residencia de Londres respecto a un potencial ataque de las tres naciones occidentales.
El diplomático añadió que militares de Rusia y Estados Unidos "están hablando" de forma "general" ante los focos de confrontación.