Fijar metas financieras es la clave que identifica el gurú uruguayo del ahorro, Rodrigo Álvarez, para llegar más tranquilos a fin de mes. A criterio del creador del blog Neurona Financiera, para darse cuenta de esto basta con llevar a cabo un registro de gastos, que a su criterio es "vital".
"Una de las cosas cuando empezamos a trabajar con gente en el registro de compras es que dicen 'por qué estoy gastando tanta plata en comida'. Usualmente es un porcentaje significativo dentro de lo que son los gastos mensuales de un núcleo familiar", explicó en diálogo con Sputnik.
En esos casos Álvarez, quien se desempeña además como consultor, aconseja separar los gastos de comida en dos: lo que realizamos en el supermercado en alimentos que luego vamos a preparar, y los que hacemos en comida preparada. Son estos últimos los que más pérdidas dan, por lo que cocinar y llevar al trabajo el táper con nuestro almuerzo ofrece ventajas muy importantes.
"Si hiciéramos las cosas desde la educación financiera, deberíamos tener siempre un objetivo que esté vinculado a nuestra felicidad. Por ejemplo podría ser un objetivo irme al Caribe de vacaciones en un año, o cambiar el auto. Tener un objetivo es fundamental, porque ayuda a ahorrar. ¿A qué me refiero con esto? A que el ahorro es un sacrificio de hoy para un bien mayor mañana. Si yo tengo claro que el sacrificio lo hago porque me quiero ir al Caribe me va a ser mucho más fácil hacerlo".
Aun así, preparar los alimentos en nuestra casa puede llegar a encarecerse si no hacemos una buena planificación de lo que vamos a comprar a la hora de ir al comercio. "El supermercado es una máquina que está construida para que nosotros consumamos", apuntó Rodríguez, por lo que es bueno no ir con el estómago vacío para evitar tentaciones y con una lista que sigamos con disciplina.
Según contó, a partir de ese menú, la familia puede elaborar la lista de lo que necesitan para la semana y hacer las compras de productos que se conservan fácilmente. Por otro lado efectúan otra lista de productos frescos como la verdura o la fruta que consiguen a menor valor en ferias o mercados locales.