El senador Manuel Bratlett dijo en un acto, celebrado en un salón de la Cámara Alta, que el presidente Peña Nieto debe cumplir con un dictamen del Senado que recomienda "suspender la cooperación bilateral con EEUU en materia de migración y lucha contra la delincuencia organizada si no se conduce con respeto a México".
La postura del Senado de México, a la cual hizo referencia Bartlett, solicita al Gobierno mexicano "suspender la cooperación bilateral con EEUU en materia de migración y lucha contra la delincuencia organizada, en tanto el presidente Donald Trump no se conduzca con la civilidad y respeto hacia México".
El dictamen del 4 de abril del Senado "condena las expresiones infundadas y ofensivas sobre México y los mexicanos", y rechaza la "pretensión de militarizar la frontera con México y considera dicha acción como un agravio más".
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En el mismo acto, la senadora Layda Sansores dijo a los inmigrantes que el Trump ha expresado "signos de desprecio y de rechazo hacia México".
En la misma reunión, el sacerdote Alejandro Solalinde, ofreció un testimonio de su trabajo con los migrantes de la caravana que partió de Centroamérica hacia EEUU.
"Nuestro Gobierno autorizó la entrada de agentes armados de EEUU a realizar el fichaje de nuestros hermanos migrantes más pobres, que autoriza un genocidio con el pretexto de combatir el crimen organizado", denunció ante los legisladores el religioso.
El legislador dijo que esa decisión "significaría que se abran las estaciones migratoria para que salgan de allí los detenidos, porque no son criminales, sino personas que ejercen el legítimo derecho humano a migrar o huir de la violencia en sus países".
Más de 200.000 migrantes son detenidos por México anualmente, provenientes de Centroamérica, cifra similar de inmigrantes deportados por EEUU.
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Los senadores piden que los 6.000 agentes migratorios mexicanos suspendan su trabajo de inspección y se replieguen a las estaciones y 600 casetas de control carretero.