La candidatura de Tuléev, de 73 años, fue la única sometida a votación secreta después de que el jefe del Legislativo, Alexéi Sinitisin, dejara vacante el cargo el 9 de abril alegando que el exgobernador, cabeza de lista de Rusia Unida en los comicios regionales de 2013, facilitara la victoria del partido oficialista con más del 86%, y es el único que merece estar al frente del equipo regional.
"Tengo conciencia limpia ante Dios, y es lo más importante", afirmó el político veterano al intervenir ante los diputados. En su discurso, dijo haber dedicado al trabajo todas sus fuerzas, "sin un solo día o una sola noche en paz", y que es "un crimen descartar a la vieja generación".
"A los 70 años la gente adquiere inteligencia, experiencia. Los jóvenes y los veteranos deben ir en yunta", aseguró.
Con respecto a su sucesor, el gobernador en funciones Serguéi Tsiviliov, señaló que le deja la región "en estado excelente", con un incremento de la tributación del 26,4% el pasado año en comparación con 2016, lo que "demuestra el profesionalismo, la inteligencia y el talento del equipo".
A lo largo de las últimas semanas, Tuléev fue blanco de fuertes críticas en los medios y en las redes sociales porque no visitó el lugar de la tragedia ni se reunió con los ciudadanos, pero sí pidió perdón al presidente ruso, Vladímir Putin, quien atribuyó el siniestro a "una negligencia criminal".