"Me parece que las autoridades y cuerpos de seguridad británicos ya están histéricos”, dijo el funcionario al comentar el proceder de las autoridades británicas con las mascotas de Skripal.
Afirmó también que aunque Moscú sigue esperando que Londres responda a la solicitud de Rusia sobre el caso Skripal, es poco probable que lo haga.
"No tenemos mucha esperanza de recibir estos documentes en los plazos y el volumen adecuados, sin embargo seguimos esperando", dijo.
El 6 de abril, el Ministerio para Medioambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido informó a Sputnik que dos conejillos de indias de Skripal que permanecían en su casa acordonada fallecieron por deshidratación, y que un gato suyo fue sacrificado por estar demasiado "estresado" cuando los veterinarios por fin entraron en la vivienda.
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Añadió que los tres animales fueron incinerados en el laboratorio militar de Porton Down.
La policía estableció que los dos fueron envenenados con una sustancia tóxica de acción neuroparalizante.
La hija de Skripal fue la primera en recuperar el conocimiento, a finales de marzo, y el 5 de abril la policía británica difundió su primer comunicado que no contenía ningún detalle de lo ocurrido el 4 de marzo indicando solo que fue un "episodio desorientador".
Apenas empezada la investigación, que según Scotland Yard tardará varios meses, Londres responsabilizó a Moscú de estar detrás del ataque, alegando que la sustancia con la que los Skripal fueron envenenados fue fabricada en Rusia, pese a que los científicos británicos no han conseguido probar la procedencia exacta del agente tóxico.
Moscú rechaza las acusaciones de Londres que considera infundadas y reclama acceso a las pruebas para poder colaborar con la investigación.