"Esta decisión de la administración del señor Trump es un hecho de agresividad no solo al pueblo mexicano sino también al pueblo latinoamericano; toda militarización, en cualquier circunstancia, significa riesgo para la integridad física a la vida de los ciudadanos que circulan o viven en el entorno de una zona militarizada", opinó el especialista en derechos humanos.
Trump firmó un memorando para enviar tropas de la Guardia Nacional a la zona fronteriza con México con el fin de "proteger la frontera sur y tomar medidas necesarias para detener el flujo de drogas mortales y contrabando, pandilleros y otros delincuentes e inmigrantes ilegales a este país".
La muralla de la vergüenza
Desde que asumió la presidencia de EEUU, en enero de 2017, Trump dejó claro que llevaría adelante una política de mano dura en materia migratoria: emitió varios decretos para suspender los viajes desde siete países de población mayoritariamente musulmana y el ingreso de refugiados.
"La situación de los migrantes que llegan a la frontera con EEUU, a los riesgos que ya vivían para llegar hasta allí, ahora deben sumarle encontrarse con una frontera militarizada y tener una muralla de vergüenza que separa a nuestros países, es toda una amenaza y una vulneración de los DDHH integrales de la población que se aproxime", puntualizó el especialista.
El mandatario norteamericano dio un plazo de 30 días para que le presenten un "plan de acción" para militarizar la frontera con México.
Condena internacional
Soberón sostiene que los distintos gobiernos de la región deben pronunciarse en rechazo a esta medida y que la Cumbre de las Américas, a la que asistirá el presidente estadounidense, sería una buena oportunidad para que "se pongan firmes los países de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y de América en rechazar esta militarización".
"Desde la sociedad civil debemos hacer visibles esos temas y que no nos impongan una agenda que evite tocar esta amenaza de agresión y hostilidad para el pueblo mexicano y los pueblos de América Latina", sostuvo el activista peruano.
El miércoles, el mandatario estadounidense publicó en su cuenta de la red social Twitter que "México está haciendo muy poco, o nada, para impedir que la gente llegue" a su territorio a través de su frontera sur y luego a EEUU.
"Sobre las otras políticas de migrantes, esperemos que no se agudice la expulsión de residentes latinoamericanos en EEUU, debido a que ya hemos visto los intentos y las pretensiones de Trump, felizmente frenadas por decisiones judiciales, de querer expulsar de EEUU a muchos de los llamados "dreamers", los jóvenes hijos de migrantes que llegaron a ese país", señaló el activista.
Lea también: Diputado chileno: militarizar frontera con México no soluciona problemas migratorios
Soberón afirmó que los países de América Latina deben responder de forma cohesionada, aunque señaló que "desgraciadamente muchos gobiernos de la región tienen una actitud de súbditos, de subordinarse a las políticas norteamericanas y no de afirmar una visión más nacional de defensa de sus intereses".
Es por esto que el representante de Aprodeh sostiene que "corresponde a las distintas organizaciones sociales, populares, gremiales, sindicales, campesinas, movimientos de DDHH, juveniles, culturales de la región hacer la resistencia a estas ofensivas que son antidemocráticas y avasalladoras".
Drogas, armas y políticas
Al respecto, Soberón opina que si "realmente la administración norteamericana quiere impedir el ingreso de las drogas, debe enfrentarlas desde el interior de su país, que es uno de los principales consumidores de drogas, no por la oferta, sino por la demanda".
Además, EEUU debería "detener el flujo del contrabando de armas, que es lo que genera más violencia en nuestros países, estas crisis sociales y de violencia son alimentadas por el flujo de armamento de contrabando que llega del norte, que es donde se fabrican estas armas", añadió.
Lea también: Organización cubana: EEUU está tomando decisiones "peligrosas" para la región
El 2 de abril, el Gobierno mexicano rechazó las declaraciones de Trump.
Una caravana de más de 1.000 inmigrantes reunidos por la organización Pueblo Sin Fronteras se dirige al norte por territorio mexicano, con el objetivo de "huir de América Central" y buscar asilo en México o en EEUU.