"Lo que vemos es que las políticas se endurecen cada vez más para el control fronterizo y aumentan las muertes. En el desierto de Arizona ya las estadísticas de organismos nos dicen que más personas están perdiendo la vida", dijo a Sputnik la investigadora de Amnistía México, Madeleine Penman.
En este sentido destacó que las razones que motivan la inmigración (violencia y pobreza) no cambian por más medidas represivas que se tomen: "La gente no va a dejar de salir de sus países porque es una migración forzada".
Mientras tanto, una caravana que partió desde los países centroamericanos recorría México con alrededor de 1.500 personas. "Le mandamos un mensaje a Donald Trump: no hay Donald Trump que pare la migración", dijo desde la caravana uno de sus voceros, Irineo Mujica.
Sobre la situación de los migrantes, consultamos al cientista social salvadoreño Luis Armando González.
"Se vive acá un sentimiento de preocupación por la amenaza de la deportación, la amenaza de bloquear la inmigración que sigue siendo importante de Centroamérica a EEUU. Eso genera en las familias y en la población un sentimiento de inseguridad, de incertidumbre sobre qué puede pasar después".
En este sentido, lamentó que "se genere este ciclo de violencia por un presidente con una política totalmente agresiva hacia la población migrante de Latinoamérica y Centroamérica en particular".