La industria de los productos alimenticios tiene sus reglas de marketing. Una de las más peligrosas es la forma en que presenta los ingredientes en los etiquetados. En el caso de los azúcares libres (añadidos) estos aparecen con sus nombres químicos, muchas veces desconocidos por la población.
"A veces el consumidor no es tan consciente de que está consumiendo azúcar. Por ejemplo si dice fructosa, glucosa, o jarabe de maíz de alta fructosa, que a veces está abreviado como JMAF", explicó a Sputnik la nutricionista Elizabeth Barcia.
El azúcar añadido está presente en la mayoría de los productos procesados, incluso entre aquellos que gozan de mejor reputación como los yogures o barras de cereales.
Estas directrices no refieren a los azúcares presentes en las frutas frescas y verduras o en la leche, porque no hay evidencia sobre los efectos adversos de su consumo.
El proyecto artístico español sinAzucar.org tiene como fin divulgar las consecuencias de esta ingesta abusiva. Se trata de una página web creada por Antonio Estrada, en la que se comparten fotografías que de manera visual muestran cómo muchos de los alimentos tienen una gran proporción de azúcar.
"Recibimos muchos mensajes. Hay gente que te cuenta que desde que ve la página toma conciencia y come más sano, y ha perdido kilos. También que ha mejorado su salud en cierto aspecto, o que descubre que los alimentos que pensaba que eran saludables no lo eran", contó Estrada.
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