"Vivimos tiempos de intolerancia y de intransigencia contra personas e instituciones, por eso mismo es un tiempo en que hay que pedir serenidad, para que las diferencias ideológicas no sean fuente de desorden social", dijo en un mensaje oficial difundido a través de TV Justicia, canal estatal coordinado por el STF, algo que no ocurre con asiduidad.
"Brasil merece respeto, Brasil es cada ciudadano que debe ser honrado en sus derechos, garantizando la integridad de las instituciones encargadas de asegurarlos", añadió.
Antunes no hizo referencias concretas, pero el pronunciamiento tiene lugar justo dos días antes de que el STF juzgue un recurso de 'habeas corpus' (petición para evaluar la legalidad de un arresto) preventivo presentado por la defensa del expresidente Lula.
Lula ya fue condenado a 12 años y un mes de cárcel por presuntos delitos de corrupción; si el miércoles el Supremo rechaza el 'habeas corpus' la Justicia podría decretar de forma inmediata su entrada en prisión.
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La importante decisión del Supremo ha caldeado el ambiente en las últimas semanas, dado que los jueces de esta corte están recibiendo presiones por ambas partes, tanto para beneficiar como para perjudicar al exmandatario izquierdista.
La referencia al "desorden social" de Antunes también se da después de que la semana pasada dos autobuses de la caravana de Lula fueran atacados con tiros en el estado de Paraná (sur), lo que encendió las alarmas sobre el clima de crispación que vive el país.
Para este martes el movimiento conservador 'Vem pra Rua' (Ven a la calle) convocó manifestaciones en las principales ciudades del país para presionar a los jueces del Supremo y que Lula ingrese en la cárcel lo antes posible.
La presidenta del STF se reunió el lunes con altos mandos de la policía para tratar del esquema de seguridad que se implantará en Brasilia el día de la sesión sobre el 'habeas corpus' de Lula.