"En su estado actual, el sistema de armas Tornado ya no podría participar en las operaciones de la OTAN", cita el medio el informe.
Entre las deficiencias del avión de guerra alemán se mencionan unos equipos electrónicos obsoletos, la falta de sistemas de cifrado adecuados para las comunicaciones y la ausencia de sistemas de detección de amigos y enemigos que requiere la OTAN para evitar ataques erróneos a aviones aliados.
La flota de aviones de combate necesita una costosa modernización si Alemania quiere mantenerlos operativos hasta 2035, tal y como está previsto. Sin embargo, la actualización costaría millones de euros y aún no se sabe si es técnicamente posible, señala el informe.
Se estima que la Luftwaffe comenzará a retirar la flota de Tornado en 2025. Según los analistas, el Eurofighter Typhoon podría reemplazarlos, así como los aviones de combate F-35, F-15 y F-18 de producción estadounidense. Entre otros requisitos, el avión de reemplazo tendría que ser capaz de desplegar bombas nucleares norteamericanas B-61.