Nobahari es arquitecta, pero la pasión de su vida siempre ha sido el desarrollo de un "bello cuerpo deportivo". En entrevista con Sputnik, la deportista contó que se inició en el culturismo en la adolescencia y que la práctica la ayudó mucho en difíciles períodos de su vida.
"He amado los deportes desde mi infancia, especialmente todo lo relacionado con tener un bello cuerpo deportivo. Por lo tanto, di el primer paso hacia mi sueño: a la edad de 14 años entré por primera vez al gimnasio (…) El deporte me ayudó a superar todas las dificultades", recordó Nobahari.
La iraní estudió los ejercicios y la técnica para realizarlos de forma independiente, sin recurrir a la ayuda de instructores o entrenadores.
Actualmente, Nobahari trabaja como entrenadora de culturismo femenino y transmite sus conocimientos y habilidades a otras mujeres. Según la atleta, el culturismo femenino es más difícil que el de los hombres, lo que se debe a las diferencias fisiológicas entre hombres y mujeres.
La fisicoculturista posee una cuenta en Instagram, donde comparte fotos de sus entrenamientos y de su cuerpo atlético. Desafortunadamente, su página en esa red estuvo bloqueada durante varios meses, tras denuncias de los mismos internautas.
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"Todos los días recibía mensajes de los usuarios de que no podían ni ver mis fotos", contó Nobahari.
Dado el hecho de que el culturismo femenino no está reconocido oficialmente en Irán, Nobahari a menudo se enfrenta a malentendidos e incluso a amenazas. La práctica del deporte ha puesto muchos obstáculos y dificultades en el camino de la mujer iraní.
"Fui reconocida como la única fisicoculturista de Irán. Este fue mi paso más valiente y audaz en la vida, así como mi aventura más difícil y peligrosa. A lo largo de los años, me he enfrentado a muchos problemas y he luchado sola contra ellos. Debo admitir que muchas veces la pagué caro", recordó la deportista.
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Según la deportista, hay varios problemas que obstaculizan el desarrollo del culturismo femenino en Irán: desde la falta de administradores deportivos competentes, hasta el rechazo por parte de las mujeres a este deporte. La atleta expresó que espera algún día lograr hacer cambios significativos en relación a esa práctica deportiva en su país.
"Realmente deseo llevar el asunto hasta el final. Pero aquí no se puede hacer. Las mujeres iraníes están llenas de entusiasmo y valor. Y yo, como una mujer iraní, continuaré mi viaje. Aparentemente, el campo para realizar mi actividad está en otro lugar", concluyó.