La alta funcionaria afirmó que no había visto pruebas de la intervención rusa en el caso Skripal y que era probable que no llegara a tener acceso a esa información.
"Aunque nos mandaran algunas pruebas, no las enviarían al Departamento de Estado. Con toda probabilidad, las recibirían otras autoridades", destacó Nauert.
Sin embargo, la portavoz sostuvo que EEUU tenía motivos para confiar en su aliado, Reino Unido, que asegura tener pruebas de la supuesta intervención rusa.
Por su parte, Moscú rechaza todas las acusaciones por considerarlas infundadas. Mientras tanto, 28 países, incluyendo Estados Unidos, Canadá y sus aliados europeos, anunciaron la expulsión de más de 150 diplomáticos rusos por el caso Skripal.