En estas patologías la adicción al ejercicio se acompaña del consumo exagerado de proteínas y carbohidratos y sustancias como esteroides anabolizantes. Algunos incluso recurren al mercado negro accesible en internet para obtener productos de origen incierto, que no cuentan con un aval médico.
"Es cuando la persona es capaz de alterar toda su vida para entrar en una obsesión por el ejercicio físico y la alimentación, abandonando su ámbito personal, familiar y laboral. Hasta el punto de que en algunos casos abandonan su trabajo o sus parejas", indicó Baile.
La vigorexia es una afección que afecta principalmente a hombres. Los estereotipos de belleza y la presión que genera el culto al cuerpo hacen que inviertan horas de gimnasio en rutinas físicas que en algunos casos se tornan nocivas.
"Desde comienzos del siglo XXI el hombre está siendo sometido a una presión social, a mantener un aspecto físico no solo de musculatura, sino también de tener pelo en la cabeza, o de estar depilado, o tener un determinado color de piel. Esas presiones en algunos casos llevan a trastornos", explicó el psicólogo español.