Los ingresos federales de EEUU están en declive tras los recortes fiscales implementados por Trump y es por esto que el Gobierno necesita recurrir a préstamos.
Por su parte, Pekín se mostró dispuesto a hacer frente a posibles guerras comerciales.
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El hecho de que China tenga tantos bonos de EEUU se debe al superávit comercial de Pekín. Es decir, vende más bienes y servicios a EEUU de los que adquiere, y prefiere invertir el dinero obtenido en activos seguros, como la deuda estadounidense.
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Al mismo tiempo, el Sistema de la Reserva Federal dejó de adquirir deuda estadounidense, ya que el banco central acabó con el programa de la época de la crisis, destinado a reducir el costo de los empréstitos.
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En febrero de 2018, el déficit presupuestario de Estados Unidos llegó a la cifra de 215.000 millones de dólares, la cantidad más alta de los últimos seis años.
Los expertos prevén que los costos de los préstamos sigan aumentando. De mantenerse el ritmo actual, en 2028 el pago de intereses de la deuda estadounidense llegará a ser de 1,05 billones de dólares.