"Algunos otros actores externos ven en el tema afgano la oportunidad de confirmar otra vez su influencia en una u otra región del mundo", dijo en un foro internacional sobre Afganistán en Taskent.
Según Lavrov, a esos Estados les parece más fácil influir en una situación que "sigue degradándose constantemente".
Afganistán vive una situación de inestabilidad política, social y de seguridad a raíz de los ataques que lanzan el movimiento radical Talibán y, desde 2015, el grupo terrorista ISIS (autodenominado Estado Islámico, prohibido en Rusia y otras naciones) pese a la fuerte presencia militar de EEUU y otros países de su órbita.
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Según datos de la ONU, las hostilidades dejaron el año pasado casi 4.000 civiles muertos.