Esas jóvenes rusas se lanzan a las olas pese a los muchos grados bajo cero. Por ejemplo, en enero, considerado el mes más frío del invierno, la temperatura promedio en la región es de cerca de 12 grados negativos.
"Esto me despeja, refuerza mi sistema inmune y me carga de adrenalina y endorfinas", asegura Natalia Petrova, una de las 'Chicas Heladitas'.
A las personas que no están acostumbradas a tal práctica, la natación de invierno puede parecer peligrosa para la salud. Sin embargo, los rusos afirman que la estimulación del organismo por el frío genera un fortalecimiento del sistema inmunológico.
Fotos y vídeos: Un chapuzón a —30°C