Según el portal, Antonov y la Planta de Aviación Civil de Minsk 407 mantienen negociaciones a puerta cerrada sobre la posibilidad de establecer un centro de mantenimiento en la capital bielorrusa. Allí se podrían reparar y montar los An-148 y An-158.
"Se está considerando la posibilidad de utilizar componentes rusos, incluidos los que están bajo las sanciones", escribe el periódico.
Si el acuerdo tira adelante, Antonov deberá facilitar una lista de los aviones que operan en Rusia, incluidos los afectados por las sanciones, y otra de las naves susceptibles de ser reparadas en Minsk, según publica Liga.
Hoy Antonov cuenta en su nave con 10 aviones An-148 y An-158, todos ellos en la última fase del proceso de fabricación. Ninguno de ellos pasará a producirse en serie porque las sanciones pusieron fin a la cooperación con Moscú, algo que afectó en gran medida al suministro del 50% de los componentes del avión.
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El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, prohibió en 2014 la cooperación militar con su vecino del este. A raíz de ello, la empresa atravesó una profunda crisis que tuvo como consecuencia, por ejemplo, que acabase fabricando en 2016 una única unidad de sus aviones.