"Los conflictos del futuro destacarán por el amplio uso del armamento nuevo, incluyendo el de alta precisión, y se centrarán en sus fases iniciales en la destrucción de la infraestructura económica y administrativa; además de los ámbitos tradicionales de la lucha armada se extenderán al espacio informático y el cosmos", estimó el militar ruso.
"Este es solo un esbozo de una guerra del futuro, sin embargo, el espectro de los posibles conflictos es extremadamente amplio y las Fuerzas Armadas deben estar preparadas para cualquier escenario", subrayó el jefe del Estado Mayor.
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Según Guerásimov, las tendencias mencionadas se toman en consideración a la hora de elaborar el programa de desarrollo y preparación de las Fuerzas Armadas de Rusia, en particular en lo que se refiere a la incorporación del armamento moderno en el Ejército.