Tras abrir la sesión a las 11.30 horas (hora local), Torrent anunció que suspendía el pleno de investidura, aunque daba 15 minutos a cada grupo parlamentario para intervenir.
El líder de los conservadores catalanes, Xavier Garcia-Albiol, se levantó de su escaño para pedir que se desconvocase el pleno.
Su petición no fue atendida, por lo que los cuatro diputados del Partido Popular (PP) abandonaron el hemiciclo en protesta.
"Nosotros nos quedaremos para dar voz a un millón cien mil personas porque esta situación no es normal", afirmó la líder de Ciudadanos (C's), Inés Arrimadas.
Arrimadas describió como "locura" la estrategia de los independentistas catalanes y señaló que su partido ya había advertido sobre la respuesta judicial desde Madrid.
"Ya está bien", terminó Arrimadas, "volvamos a la cordura, a la normalidad, a la convivencia, a la legalidad, a la normalidad política y parlamentaria".
El portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Sergi Sabrià, alertó que tras el encarcelamiento de cinco dirigentes independentistas, entre ellos el candidato a la Presidencia de la Generalitat (Gobierno catalán), "ya no queda espacio para la equidistancia, todos estamos en peligro".
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Sabrià terminó su intervención asegurando que los independentistas persistirán en su objetivo "más convencidos" que nunca.
"Nos quieren mudos y atemorizados", dijo el diputado de Junts per Catalunya (JxCat) Quim Torra, que estableció paralelismos entre el caso catalán y escocés: "¿Por qué los catalanes no podemos decidir nuestro futuro y los escoceses y quebequeses sí?", se preguntó.
Para Torra, Cataluña vive en un "estado de excepción" en el que no puede seguir "ni un minuto más", de lo contrario, agregó, se convertirá en "una inmensa prisión".