El portavoz adjunto de la Cancillería, Artiom Kozhin, llamó la atención al "revuelo" en Alemania donde "se machacan otra vez la tesis de que Moscú está implicado en un supuesto ataque de ciertos hackers rusos a la web del Gobierno alemán".
"En lugar de aprovechar las oportunidades del diálogo político, utilizar los canales diplomáticos y los formatos de cooperación entre los servicios secretos y la asistencia legal al nivel de los cuerpos de seguridad, tal y como Rusia ha propuesto en reiteradas ocasiones, se hace la apuesta acusaciones en público. Y son acusaciones que no se sustentan en pruebas o evidencias serias", declaró.
Se desconoce cuánto tiempo el código maligno permaneció oculto en la red gubernamental antes de ser detectado.
Algunos medios alemanes atribuyeron el ataque al grupo de hackers APT28, supuestamente vinculado con Rusia, aunque en ningún momento se presentaron pruebas de esa relación.