El caso causó conmoción y pese a que en un primer momento Madsen aseguró no tener nada que ver con la desaparición de la joven reportera, la aparición posterior de la cabeza —sin signos de haber sufrido un golpe accidental— y las piernas de Wall acrecentaron las sospechas sobre el inventor que, de hecho, fue el último que estuvo con ella antes de su desaparición.
"Fue algo tan horrible que no quiero entrar en detalles. Solo diré que fue horrible", declaró durante el juicio Madsen, que explicó que para desmembrar a la joven usó "lo que tenía a mano" y lo hizo en el baño de la nave.
La justicia danesa acusa a Madsen de agredir sexualmente, torturar y asesinar a Wall, aunque él niega todos los cargos y asegura que la joven periodista sueca murió accidentalmente dentro del submarino mientras estaba haciendo un reportaje sobre el propio Madsen.
Kim Wall desapareció tras navegar con Peter Madsen en el Nautilus el 10 de agosto de 2017.
Madsen sostuvo inicialmente que la desembarcó en la costa aquella misma tarde pero después cambió las declaraciones afirmando que Wall murió por un accidente en el submarino, concretamente por un golpe en la cabeza con una tapa de 70 kilos.
Tras varios días de búsqueda los equipos de rescate encontraron el cuerpo mutilado de la mujer.